La mejor portada de cómic valenciano de la historia
20/01/2017Con este título tan pretencioso, quiero inaugurar la sección de noticias de mi nueva y flamante página personal y portfolio.
Cuando era un niño, hubo muchos factores que me empujaron al mundo del diseño gráfico. Uno de ellos, sin duda, fue el arte del cómic. Sus historias de aventuras me fascinaban, pero más aún lo hacían las ilustraciones de héroes y villanos. La ilustración tiene la inmensa ventaja, sobre la fotografía, de permitirnos crear las cualidades de aquello que queremos mostrar al mundo: la pose perfecta, el ángulo imposible, el gesto soñado.
Paseando por la feria del libro del último año, mi mirada fue atraída por un cómic en una estantería superior, y de repente ¡flash!, mi memoria gráfica quedó impactada. Ahí estaba ese boxeador tuerto de guantes ensangrentados, retenido apenas por el árbitro, y aquel otro púgil intentando escapar del ring ya sin fuerzas. Las líneas de las cuerdas, el gesto del boxeador, todo destilaba una fuerza increíble, la historia mejor contada sin palabras en un instante, en una sola imagen. Pero esa portada ya la había visto, estaba en los archivos de mi memoria. El recuerdo era lejano, pero la imagen era nítida. "Recuerdo haber observado cada palmo de esa portada pero... ¿dónde?". No recordaba haber tenido nunca ese cómic, mi mente había imaginado miles de veces la historia de ese boxeador, pero jamás lo vi en una tienda, de haber sido así lo hubiera comprado de inmediato. Hay imágenes que quedan grabadas para siempre, y ésta era una de las "top ten" de mis recuerdos. Por supuesto compré ese ejemplar lleno de polvo por un más que módico precio. Se trataba del último número de la serie "Les aventures de M", de Manel Gimeno y Mique Beltrán, publicado en el 91 (yo tenía 12 años). Lo leí aquella misma noche, pero seguía preguntándome de dónde demonios había sacado esa imagen.
Me gustaría contaros que unos alienígenas me enviaron la imagen vía telepática, pero no fue así. Por fin resolví la duda: esa portada estaba dentro de uno de mis otros cómics, en una publicidad. Siento defraudaros, pero para mí esto da todavía más valor a esta portada. Ese otro cómic es de la época, por tanto puedo decir que llevaba entre 20 y 25 años sin verla, y aún así la recordaba perfectamente.
Para cerrar este mi primer articulo, quiero recalcar que esta portada (y tantos otros trabajos) no tiene nada que envidiar a un "Sin City" de Frank Miller, por poner un ejemplo. Siempre miramos hacia fuera cuando en realidad podemos encontrarnos algo muy muy bueno a la vuelta de la esquina.